La tranquilidad y alegría de su carácter hace de estos perros una mascota óptima, para la familia. Carece de agresividad tanto hacia las personas como hacia sus congéneres. Es sin duda, una de las razas ideales para una familia con niños, dada su infinita paciencia y su alegría sin igual.
Su mirada tierna y melancólica manifiesta su necesidad constante de afecto.
No le gusta la soledad, necesita de los mimos y de la presencia de sus dueños.
Su rasgo principal es el temperamento. Los labradores adoran a las personas. Cuanto más tiempo pasen contigo, más felices estarán. Los labradores son perros cobradores, lo que hará que te alcancen cosas que estén tiradas por tu casa. Suelen ser pacientes con los niños, y mascotas maravillosas. El labrador no es un perro guardián, tampoco el Golden. Podrían ladrar para dar aviso, pero por lo general nunca actuarán con mayor agresión.
Su dueño deberá estimularle adecuadamente con juegos y enseñanzas que le mantendrán bien despierto. De lo contrario, puede volverse apático o aburrido. El Labrador suele ser un perro bastante glotón por lo que no tiene tendencia a regular por sí mismo la cantidad de ingesta de alimento. Debido a ello resulta importante controlar especialmente este ítem a fin de evitar la obesidad.
Como todo perro necesita realizar ejercicio en forma diaria, para gastar las energías, disminuir ansiedades, fortalecer los músculos, etc. En algunos casos es recomendable para prevenir trastornos de conducta.
Con respecto a los cuidados del pelo por ser una raza (labrador retriever) de pelo corto podemos utilizar un cepillo de cerdas duras. El mantenimiento del pelo es muy sencillo y bastará con cepillarlo un par de veces al mes. También, cepillándolo con la mano o con un guante obtendremos excelentes resultados.
En tanto que en el Golden su pelo es una de las principales características, presenta un doble pelaje con un grueso manto exterior a prueba de agua, y un denso y suave pelaje interior. Tanto los Golden como los Labradores Retrievers pierden pelo durante todo el año, y pierden mucho durante los cambios de estación, dos veces al año. Debes cepillar su pelo al menos una vez a la semana ( más seguido durante la muda) para remover todo el pelo muerto, de manera que su pelaje sea más vistoso.
Les gusta mucho el medio acuático y si es posible se les ha de permitir nadar y chapotear en el agua, tanto en el mar, en el río como en piscinas de todos tamaños.
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